Cómo trabajar la autoestima
En el presente artículo definiremos brevemente la autoestima y su importancia. A continuación veremos algunos ejercicios prácticos para aumentar la autoestima, válidos para jóvenes y adultos.
INTRODUCCIÓN
Podemos entenderla como el conjunto de actitudes, sentimientos y pensamientos sobre uno mismo. ¿Verdad que no es lo mismo vernos delgados, que avergonzarnos por vernos delgados?
En términos más concretos, sería la dimensión valorativa de la autoimagen (autoconcepto). Dicho de otro modo, no sería una descripción verbal de nosotros mismos, sino más bien emocional, afectiva.
IMPORTANCIA DE LA AUTOESTIMA
Podemos hablar de muchos tipos de autoestima, como: la afectiva, social, intelectual, escolar, profesional, espiritual, etc. Por ejemplo, podemos sentirnos capaces y seguros en el ámbito laboral, pero sentirnos un completo desastre en las relaciones sociales.
La autoestima es imprescindible, pues funciona como el motor que nos permite avanzar en las diversas áreas de la vida. Nos ayuda a alcanzar éxito laboral y académico, a tener mejores relaciones con otras personas, a tener una personalidad y valores adecuados, a sentirnos bien y querernos, a alcanzar nuestras metas, etc. Y ello se debe a que la autoestima está relacionada con procesos tan básicos de nuestro funcionamiento como la motivación, el logro, la flexibilidad, la tolerancia a las críticas, la interpretación de lo que vivimos, etc. Sin una autoestima bien desarrollada, la vida de la persona fácilmente puede desmoronarse. Tres ejemplos:
- Si tengo pensamientos dañinos como «no le gustaré a nadie», evitaré situaciones sociales y me aislaré por miedo a que eso se cumpla.
- Si pienso que no soy suficiente para mi pareja, y que no soy tan valioso ni guapo como otras personas, sentiré miedo o celos más fácilmente.
- Si considero que soy un inútil en todo, no afrontaré retos en la vida ni me arriesgaré en nada pues doy por hecho que lo haré mal y fracasaré.
EJERCICIOS PARA TRABAJAR LA AUTOESTIMA
EJERCICIO 1: VÉNDETE
Imagina que te presentas a un concurso, que se titula: ¡Conquístame, y el premio es tuyo!
Se trata de un concurso en el que debes describir tus mejores virtudes y cualidades, y conquistar al jurado. Debes mostrar todo aquello que te hace especial y único. Y que te hace destacar respecto a los demás concursantes. Si ganas, un fabuloso premio será tuyo: se llama autoestima, y te permitirá ser más feliz y tener más éxito en la vida.
Ah. En este concurso, está prohibido mentir (1) y exagerar la realidad (2).
Bien, pues lo primero que debes hacer es coger un folio y decorarlo a tu gusto. Y en ese folio, debes poner todo aquello (cuanto más mejor) que te hace especial y único/a, creando estos 6 campos:
- ¿Qué cualidades interesantes tengo? sincero, amable, inteligente, valiente…
- ¿Qué partes de mi cuerpo me gustan más? ojos bonitos, piel suave, sonrisa bonita…
- ¿Qué cosas sé hacer muy bien? dibujos preciosos, buen futbolista, hago reír…
- ¿Qué cosas agradan a los demás de mi? me dicen que soy responsable, me cuentan sus problemas porque confían en mí, me dicen que soy muy bueno, que ojalá sus hijos fueran como yo…
- ¿Qué cosas asombrosas he logrado este mes? ayer saqué mi primer 10, la semana pasada supe decir «no» a alguien sin sentirme mal…
- ¿Por qué debo de ser el ganador? haz un pequeño texto, a tu manera, sobre por qué deberías ser el/la elegido/a. Puede resumir todo lo anterior.
Con esta actividad, dedicarás un tiempo que de normal no dedicas a buscar cosas bonitas en ti. A veces, si no lo buscas no lo encuentras, aunque lo lleves dentro.
EJERCICIO 2: DIARIO DE MIS LOGROS
Este ejercicio es sencillo, pero muy eficaz. Quiero que cada día, anotes aquellos logros que has tenido ese mismo día. No trates de buscar cosas muy complejas, pues lo sencillo también cuenta. Pueden ser actitudes que has tenido, pensamientos positivos, conductas acertadas, etc. Cualquier cosa de la que te sientas orgulloso/a, por muy simple que parezca. Ejemplos: he ayudado a alguien a encontrar una calle, he conseguido estudiar dos horas seguidas, he pedido disculpas a mis padres por un error, he compartido mi postre en vez de comérmelo todo, he dicho la verdad habiendo podido mentir, me he atrevido a hacer una pregunta en clase, lo he hecho genial en el trabajo…
Se trata de que pasado un mes, tengas un buen número de páginas de todos los logros que has ido consiguiendo. Apúntalos a modo de diario en una libreta, y cuando estés de bajón o con dudas sobre ti, puedes leerlo para ver lo mucho que vales. A veces recordamos lo malo pero no lo bueno, y el diario te ayudará a no olvidarlo.
Ah por cierto, ¿y qué hay de los comentarios de los demás? ¡Pues también habrá que apuntarlos! Cualquier felicitación, cumplido, o frase bonita sobre ti tendrás que apuntarla también, estés o no de acuerdo.
OTROS EJERCICIOS
- Sal a la calle con gente
Esta es una pauta necesaria para cualquier problema, pero no por ello es menos útil para trabajar la autoestima. El contacto con gente y las experiencias agradables fuera de casa aportan unos beneficios tremendos sobre la salud mental. Te hacen sentir como parte de un grupo y por tanto alguien valorado y querido, te hacen llegar a casa con una sonrisa, te hacen aprender siempre algo nuevo, te liberan de emociones negativas como la tristeza o el aburrimiento, te impiden pensar en los problemas ayudándote a evadirte por unas horas, etc.
- Vive algo nuevo al menos 1 vez a la semana
Se trata de hacer algo que no sueles hacer de forma habitual. Muchas personas se acostumbran a una rutina muy cerrada, e ignoran planes novedosos que podrían ser igualmente fantásticos. Al vivir nuevas cosas muy posiblemente descubras nuevas cualidades o facetas de ti que desconocías, más lugares en los que sientes que encajas bien, etc.
- Cuídate mucho
La autoestima baja puede hacer que nos sintamos deprimidos, insatisfechos con la vida o con nosotros mismos. Entonces… ¿por qué no te cuidas en esos momentos en los que más lo necesitas? A eso me refiero: regálate momentos bonitos cada semana, si puedes cada día. Si tienes aficiones o situaciones que disfrutas, no dudes en gastar tiempo en ellas.
- Destaca en lo que se te da bien
Exprime tus talentos. Si por ejemplo se te diera muy bien escribir, ¿por qué no demostrarte a ti mismo/a lo mucho que vales? Preséntate a algún concurso, haz un blog donde la gente pueda leerte, etc. ¡Tanto talento no puede ser desaprovechado! Y dicen que TODO el mundo tenemos, al menos, un talento escondido (o no tan escondido). ¡A sacarlo!
- Saca tu lado más excéntrico, de vez en cuando
Este punto es quizás el más complicado (nos cuesta a todos), pero puede llegar a ser muy gratificante. Verás, a menudo nos encontramos con que, aquellos defectos que nos percibimos, no los perciben los demás. Lo que para ti es algo horrible, quizás los demás ni lo hayan notado. A esto me refiero.
Entonces se me ocurre… ¿Por qué no eliges un día y dejas salir tu lado más oculto? Por ejemplo: si no te gustan tus rodillas, ese día ponte unos pantalones cortos. Sólo será un día, no tendrías por qué repetir. E incluso puedes hacerlo con gente de confianza si lo prefieres. Y te adelanto algo: en más veces de las que crees, descubrirás que a todos les ha gustado tu nuevo cambio y que tus percepciones estaban exageradas. Son pequeños experimentos que puedes hacer, y te ayudarán a comprobar si estás en lo cierto o no al valorarte a ti mismo/a.