Cómo trabajar los valores de vida personales

Cómo trabajar los valores de vida personales

En este artículo, explicaremos qué son los valores personales, los identificaremos, y haremos un sencillo plan de acción para ir persiguiéndolos. Los valores son direcciones de vida, que al perseguirse, aportan sentido y satisfacción. Descuidarlos, implica ir sentirse raro e insatisfecho en la vida sin saber por qué.

INTRODUCCIÓN

Los valores son todas aquellas direcciones vitales que dotan de sentido a la vida de la persona, que le aportan esa sensación de estar en el camino correcto, de estar persiguiendo una vida plena y satisfactoria. Los valores tienen varias características:

  • No son una meta, sino una dirección. A diferencia de las metas, que son alcanzables y tienen «techo», los valores son como un cielo que nunca acaba. Se pueden perseguir sin cesar. Solo con avanzar en su dirección ya aporta sentido y satisfacción a la vida de la persona. Ejemplo: no es lo mismo “tener más amigos” (es una meta alcanzable) que “tener relaciones satisfactorias” (es un camino a recorrer, sin un final establecido)
  • Son elegidos libremente por la persona. Es cierto que cada persona tiene unas tendencias concretas, que incluso desconoce y surgen después en terapia. Pero también se pueden elegir nuevos valores y comenzar a perseguirlos. Por ejemplo, darse cuenta de la falta que hacen en el mundo ciertas cosas, y elegir ser solidario y ayudar a otros.
  • Valor y acción van de la mano. No podemos formular nuestros valores, sin establecer acciones que nos permitan caminar y mantenernos en esa dirección. Sólo persiguiendo día a día esos valores, la vida comenzará a adquirir más sentido y satisfacción. Si no se persiguen, la infelicidad llega.

OBSTÁCULOS QUE NOS PONEMOS

Podemos imaginarnos a una persona con problemas de ansiedad. Es comprensible que esa persona acuda a terapia diciendo: “cuando supere mi ansiedad, podré alcanzar mis metas y ser feliz”.

Esto es un problema. Pues para alcanzar esa felicidad, la persona debe esperar (se ha auto-convencido de eso) a que la ansiedad desaparezca, dando por hecho que perseguir esa felicidad no puede coincidir con tener ansiedad. Pero…

¿Y si nunca desaparece la ansiedad en la cantidad que esa persona espera? ¿Renuncia a aquella dirección de vida que le haría feliz? ¿Deja de perseguir sus sueños?

El trabajo con valores en terapia consiste en que la persona cambie de enfoque. En vez de un enfoque «definido en base a sus problemas», se desarrolla un enfoque «definido en base a la dirección valiosa» a pesar de los problemas. Por supuesto que los problemas limitan este camino a seguir, y por ello han de tenerse en cuenta a la hora de definir qué pasos dar y el cómo. Pero no debe pararse ese camino.

En terapia se trabaja en que la persona continúe avanzando en esos valores vitales que le darán la felicidad a pesar de tener, por ejemplo, ansiedad. A que no espere a que sus problemas desaparezcan para comenzar a caminar. ¿Y si encontramos la forma de que convivan ambas cosas?


IDENTIFICAR NUESTROS VALORES

Un ejercicio de visualización que te puede ayudar a clarificar valores, es el “ejercicio del funeral”. Es algo largo y requiere tener los ojos cerrados y algún paso que otro más. Para hacerlo apto para este artículo, lo resumiré así…

¡¿Por qué no lo realizas?!

“Cierra los ojos y realiza unas pocas respiraciones. Relájate. Ahora imagina que has fallecido, y estás en el día de tu funeral. Te encuentras como un espíritu fuera de tu cuerpo, observándote. Ahora van entrando tus seres queridos (familiares, amigos, compañeros del trabajo…), y quiero que escuches lo que dice cada uno de ellos… sobre quién has sido, sobre cómo te recuerdan, basado en su experiencia contigo en los últimos meses. Deja que vayan pasando, uno a uno, y digan lo que tienen que decir…

Ahora, quisiera que imagines que tú puedes elegir cada palabra que sale de estas personas. ¿Qué te gustaría que dijera cada uno de ellos de ti, como pareja, como persona, como padre, como amigo…? Realiza este ejercicio persona a persona, imaginando que van apareciendo uno a uno. Dedica todos los minutos que necesites. ¿Qué huella te gustaría haberles dejado? ¿Cómo te gustaría que te recuerden?

Esta es una buena forma de sacar a relucir algunos de tus valores. Otros, recuerda, puedes elegirlos libremente tú a partir de ya.


EJEMPLOS DE VALORES

Pueden ser muchos, y abarcar muchas áreas. Cada persona tiene los suyos propios, y pueden ser totalmente diferentes a los de otra persona. A continuación, para hacer más fácil la identificación de valores del ejercicio anterior, propongo un listado de valores…

  • Conectar con la naturaleza, ganar conocimiento, crear belleza, promover la justicia, ser honesto, ayudar y cuidar a otros, ser sexualmente deseable, ser leal a los amigos y familia, tener amigos cercanos y auténticos, ser ambicioso y trabajador, ser competente y efectivo, conseguir logros perdurables para la humanidad, tener una vida excitante, tener una vida llena de novedades y cambios, estar en buena forma física, comer saludablemente, ser uno con dios, ser disciplinado, realizar mis obligaciones, estar a salvo del peligro, ser rico y tener posesiones caras, tener autoridad y estar al cargo, tener influencia sobre la gente, ser sexualmente activo, ser curioso y creativo, ser auto-suficiente, ser admirado por muchas personas, enseñar a otros, sentirme bien conmigo mismo, tener una vida sin estrés, actuar con valentía, buscar placer, aceptar a los demás tal y como son…

PERSEGUIR LOS VALORES

Es más fácil de lo que parece. Lo complicado es ser constante, y para ello es importante no olvidar por qué esos valores son tan importantes para uno mismo. Por qué enriquecen tanto nuestra vida. Si lo logramos, será más fácil perseguirlos a pesar de las dificultades u obstáculos que surjan. Y no nos pondremos reglas como “lo haré, una vez tal problema desaparezca…” Y no importa la velocidad, tan sólo importa permanecer en el camino sin desviarse.

Simplemente, crea una tabla:

  • Crea una columna para cada Valor. Con 2 o 3 debería bastar para empezar.
  • En una segunda fila, bajo su Valor correspondiente, toca fijarse los objetivos. Para ello, responde a lo siguiente: ¿Qué acciones van en la dirección a ese valor? Escribe varios objetivos alcanzables

Por ejemplo, si persigo el valor vital de “ayudar y cuidar a otros”, puede ser válido tomar acciones como: apuntarme a una asociación u ONG, escribir artículos de autoayuda, prestar más atención a familiares y amigos, etc. Y recuerda…

Ayudar a otrosSentirme competente y efectivo
-Apuntarme en una ONG o voluntariado
-Ayudar económicamente a diversas causas
-Llamar a mis seres queridos con más regularidad
-Fijarme nuevos objetivos laborales
-Avanzar en mis talentos y lo que se me da bien
-Iniciarme en una nueva inquietud

¡Sólo hace falta tomar acciones! No importa tanto que salgan bien, o vayan rápido. Si te enfocas en el resultado, no funcionará.

¿Nos ponemos como objetivo avanzar CADA SEMANA un poquito en cada uno? Venga, ya me contarás.

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