Cómo aplicar Mindfulness en mi vida. Breve introducción
En este artículo, introduciremos el tan complejo y famoso Mindfulness, y veremos algunos ejercicios y cambios de enfoque que volverán más rica e interesante nuestra vida.
BREVE APUNTE
En las últimas décadas, la terapia psicológica ha logrado un avance importante. Parecería que no, pero el recorrido de la psicología es amplio y muy rico, tanto, que los libros sobre historia de la psicología son bastante extensos. Hemos ido pasando por muchos enfoques y terapias, hasta llegar a las terapias de tercera generación o contextuales entre las que se encuentra el mindfulness. Ha sido increíble ver cómo desde los distintos países, diversos autores han ido haciendo sus numerosos aportes y solventando las limitaciones existentes de las terapias anteriores. Pero no sólo tenemos el mindfulness. Las terapias de tercera generación también incluyen algunas interesantes como la terapia de aceptación y compromiso (ACT), EMDR, terapia con realidad virtual, psicología positiva, inteligencia emocional, etc.
Actualmente, podemos ver cómo el Mindfulness ha surgido con fuerza, aplicándose en terapia, en talleres para niños, sesiones de meditación para todas las edades, etc. Y no sólo eso. Su aplicación también ha pasado a acciones muy concretas de la vida, como por ejemplo el “mindful-eating” (comer siguiendo la filosofía del mindfulness).
INTRODUCCIÓN
Ahora sí. Vayamos al grano. El mindfulness podemos entenderlo de dos formas, relacionadas entre sí: como una filosofía o estilo de vida que viene de la tradición budista; y como una adaptación práctica de esa filosofía para convertirla en terapia. ¿Pero, en qué consiste?
Podemos entenderlo, muy resumidamente, como una práctica que consiste en anclar la atención intencionadamente en el momento presente, y tomar conciencia de la naturaleza de las cosas que percibimos de forma compasiva y libre de juicio. También podemos entenderlo como una forma de ser y de relacionarnos con la totalidad de nuestras experiencias, incluidos los demás.
Pasemos a explicarlo de forma más esquemática.
El mindfulness consiste en…
- Reconocer tus emociones sin dejarte atrapar por ellas.
- Identificarte con lo que realmente eres y no con tus emociones o tus errores.
- Vivir más en el momento presente, y menos en el pasado y el futuro.
- Una forma de cultivar la felicidad, basándose en valores de vida adecuados.
En mindfulness NO consiste en…
- Vaciar la mente o detener el pensamiento (porque no se puede, básicamente)
- Una técnica de relajación (porque aunque relaja, no es su objetivo principal)
- Una huida de nuestra personalidad (de hecho, persigue conocerse a sí mismo en profundidad)
Como habrás podido observar, es una filosofía de vida muy bonita y llena de beneficios. Sé que te preguntarás: ¿no es muy difícil? ¿cuánto tiempo me costará dominarlo? No te preocupes por eso. Puedes hacerlo un poquito cada día, y los beneficios los notarás con cada práctica. Es un camino que puede recorrerse sin fin, sin meta establecida, siendo el proceso realmente agradable.
Ah se me olvidada. ¿Mindfulness y meditación es lo mismo? Me lo han preguntado muchos. No, pues una cosa incluye a la otra. Para facilitar cada objetivo de este estilo de vida, el mindfulness cuenta con una amplia variedad de ejercicios de meditación: centrados en la respiración, en las sensaciones corporales, en los pensamientos, en los cinco sentidos, en las emociones, etc.
Muy pocas personas, y por ende psicólogos, pueden considerarse verdaderos expertos en mindfulness (humildemente, yo me incluyo). Requiere tiempo lograrlo. Pero como he dicho antes, ya los primeros beneficios son rápidos y muy agradables, así que genial. ¡Cero preocupaciones y a empezar hoy mismo! Me comprometo a recorrer este camino contigo. ¿Te parece?
EJERCICIOS Y CONSEJOS SENCILLOS DE MINDFULNESS. PARA INTRODUCIRSE
1. CAMBIA TU RUTINA HABITUAL. DISFRUTA DE COSAS DIFERENTES
Haz esto unas cuantas veces por semana, y verás lo interesante que resulta. Conforme lo vayas haciendo, conseguirás dos cosas: conocerte mejor (al descubrir ese “yo” desconocido), y disfrutar de cosas y momentos novedosos, diferentes.
- Deja el móvil en casa. Puede resultarnos extraño al principio, pues estamos acostumbrados a sentirnos permanentemente conectados. Al tener el móvil siempre encima, no llegamos a sentirnos realmente solos nunca. Redescubre cómo eres en soledad. Disfrútala.
- Habla con un desconocido. Entabla una breve y cotidiana conversación con alguien que te topes al comprar o pasear al perro. No sirven las personas de Internet. Te sorprenderás de lo mucho que otras personas te pueden ofrecer, y lo mucho que tú puedes ofrecerles, más allá de tus familiares y amigos.
- Irrumpe las rutinas más sencillas. Vuelve a casa por un camino diferente al que sueles utilizar, y trata de fijarte en qué cosas hay allí. O inicia algún tipo de plan o actividad que de normal no sueles. Se trata de obtener nuevas experiencias, sacar algo de ellas.
En general… busca experiencias nuevas y gratificantes. No te quedes en la rutina. Experimenta.
2. OBSERVA EL PRESENTE, SIN VALORACIONES NI JUICIOS
Dirígete a un lugar rico en matices, donde tus sentidos tengan mucho para disfrutar. Por ejemplo, siéntate en el banco de un parque. A continuación, cierra los ojos, y trata de percibir todo.
- ¿Qué olores notas? ¿Qué sensación notas en tu nariz?
- ¿Qué sonidos escuchas? ¿Las hojas de los árboles? ¿Niños jugando? ¿Pájaros cantando?
- ¿Qué sensaciones notas en tu cuerpo? ¿La temperatura es cálida? ¿El viento es suave?
La única instrucción que debes seguir, o de lo contrario suspenderás este ejercicio, es: ¡no utilices tu cabeza! Olvídate de razonar o hacer juicios sobre lo que estás percibiendo. Tan sólo siéntelo, vívelo.
Tampoco viajes a ninguna parte. Si tu cabeza se te va al pasado o al futuro, no importa, tráela con cariño de nuevo a lo que estabas haciendo.
De esta forma te introducirás en el camino de disfrutar de las experiencias, sin que nuestra querida cabeza se meta de por medio y nos las amargue.
Cuando lo practiques bastante… ¿por qué no aplicarlo a tu vida en general? Cuando estés con un amigo/a y quieras disfrutar sin más de su compañía, cuando estés esperando el metro, cuando estés en la hora del almuerzo en el trabajo… disfruta de cada momento como si no hubiera nada después.
3. PERSIGUE UNA VIDA PLENA
Desde la filosofía del mindfulness, se ha estudiado acerca de qué valores deben perseguirse para que nuestra vida cobre sentido y nos llene. Se analizaron muchos, y se concluyó que estos 5 son imprescindibles para lograrlo:
- Visión profunda (de uno mismo, los demás, y la vida)
- Bondad
- Amor
- Compasión
- Generosidad
Muchas personas construyen su vida alrededor de sentidos falsos (poder, riqueza, éxito, premios…) que, aunque temporalmente atractivos, tarde o temprano acaban resultándonos insuficientes. No digo, nunca diré, que no deban perseguirse. Pero si nos quedamos SÓLO con este tipo de aspiraciones e ignoramos las de la lista… nos sentiremos vacíos sin saber por qué. Y te estoy diciendo ya el porqué.
Te propongo: ¿por qué no llevas a cabo acciones que vayan en esta dirección?
- Realiza algún voluntariado, o acciones solidarias. La vida resulta más plena cuando no la hemos vivido solo para nosotros. Cuando nos vamos habiendo dejado una huella en el mundo.
- Cuida a los tuyos. Llámales con más frecuencia, o interésate más ampliamente sobre sus vidas. Cuéntales también cosas sobre ti. Intenta verlos en persona. Amigos, familia, da igual…
- Trata de ver las cosas desde diferentes perspectivas. De forma más rica y flexible. Elimina toda rigidez para entender mejor la vida, a los demás, y a ti mismo. Sin curiosidad no hay conocimiento.
- No vayas en modo “piloto automático” por la vida. Practica varios minutos al día, en cualquier momento, en observar lo que haces, y por qué lo haces. Conócete.
- Cógele cariño a la vida que tienes, y a la vez, hazla avanzar en la dirección deseada. No te centres sólo en lo malo que tienes, ni le quites importancia a las cosas buenas.