Cómo mejorar el sueño de los niños pequeños

Cómo mejorar el sueño de los niños pequeños

Es muy habitual, que nuestros hijos tengan problemas para coger el sueño por las noches. Hay muchas causas, pero en este artículo nos centraremos en la llamada Higiene del Sueño, que es una parte importante de todo lo que se puede hacer.

INTRODUCCIÓN

La falta de sueño en los niños puede ser muy angustiante. Y no sólo para ellos, sino para toda la familia. Este problema, si se vuelve continuo, puede afectar a su rendimiento escolar, a su salud y a su comportamiento, encontrando un aumento de rabietas y llanto. No olvidemos la directa relación que tendría un sueño reparador con el rendimiento mental e intelectual durante el día. Al fin y al cabo, cuando hay falta de sueño, el cerebro pasa por menos fases REM.


INFORMACIÓN PREVIA

No debemos olvidar que cada niño tiene su propia necesidad de sueño. Habrá niños que necesiten dormir más, y otros que necesiten menos para funcionar correctamente. Por ello, es importante tener esto en cuenta, y conocer bien el funcionamiento óptimo de nuestros hijos.

De igual modo, se deben tener siempre en cuenta las recomendaciones médicas sobre las horas de sueño que le corresponden a cada niño según su edad.


CAUSAS RELACIONADAS CON LA HABITACIÓN

Algunas características más “físicas” por llamarlas de algún modo, pueden influir y mucho sobre la aparición de sueño en los niños por las noches. Algunas recomendaciones son:

ILUMINACIÓN

Exceso de luz: puede ser que cerca de su ventana haya una farola o la luz de la calle sea muy intensa. Habrá que darse cuenta, por si el niño no lo dice. O bien que entre luz a su habitación desde otro lugar de la casa.

Ausencia de luz: muchos niños necesitan dormir con algo de luz, pues tienen miedo a la oscuridad o a los monstruos. Posibles soluciones:

  • Usar una luz regulable: de forma que cada noche podamos ir disminuyendo la intensidad poco a poco sin que el niño se dé cuenta, y de esta forma se acostumbre cada vez a dormir con menos luz.
  • Utilizar pegatinas fluorescentes u otras ideas, que aporten algo de luz a la habitación y además sean bonitas de ver.

DECORACIÓN

Todo aporta. Y dedicar algo de esfuerzo a crear la habitación de sus sueños, puede ayudarle a dormir más cómodo y satisfecho. Se pueden comprar posters y figuritas de sus dibujos preferidos, animarle a que haga dibujos para pegarlos, etc. Se le debe preguntar al niño para tener más ideas. Especial atención hay que poner sobre la estética de la cama, que es el lugar donde pasará toda la noche, y es fundamental que se sienta cómodo y seguro.

RUIDOS

La presencia de ruido en el momento de dormir puede influir, y mucho pues puede distraerle. Debemos tener en cuenta si la habitación está cerca del comedor por ejemplo, y se escucha la televisión, o a los padres hablando. O si su ventana da a una zona ruidosa de la calle.


CAUSAS PSICOLÓGICAS

CANSANCIO

A menudo existe la duda de si el niño se acuesta demasiado activado, y por tanto no genera el sueño. Algunas recomendaciones son:

Cuando existe insomnio, es recomendable que pase tiempo jugando con sus amigos en el parque a algún juego que incluya correr o moverse un poco. El ejercicio sin duda ayuda. Pero ahora bien: ¿Cuándo es recomendable?

  • Estas actividades se deben realizar varias horas antes de irse a dormir. No demasiado cerca, pues además de estar cansado, mentalmente puede encontrarse activado y no podrá dormir.

Por tanto, en los momentos cercanos a la hora de dormir, se debe hacer lo contrario: una actividad relajante.

  • Algunas ideas de relajación son: un baño perfumado, leer (un cuento, cómics, libros…), dibujar y colorear, escuchar música tranquila, etc. No se recomienda usar tecnologías (móvil, tableta, ordenador…), pues se ha observado que suelen estimularlos en vez de relajarlos.

PROBLEMAS PSICOLÓGICOS

Pueden existir inquietudes, preocupaciones, o recuerdos que le impidan tener la mente relajada. En este caso, se recomienda hablar de ellos durante el día con el niño y buscarles solución, de modo que por la noche ya no deba preocuparse por nada. Pero si fuera algo más complejo, se recomienda visitar a un psicólogo.

Pueden ser problemas escolares, familiares, sociales o de cualquier otra área de su vida. Pero también miedos (a la oscuridad, pesadillas, escuela…). Es importante descartar este tipo de causas lo antes posible.


CAUSAS RELACIONADAS CON RUTINAS

RUTINAS

Es importante que el niño tenga una rutina lo más estable y estructurada posible. Es decir, que no cambie mucho de un día para otro. A menudo, el niño no genera el sueño a la misma hora porque cada día es diferente, se acuesta a una hora diferente, o sigue rituales diferentes para coger el sueño. Cuando esto mejore, el cuerpo por sí mismo se volverá como un reloj. Recomendaciones:

  • Que la hora de acostarse sea siempre muy similar. Es normal que surjan imprevistos, pero hay que intentar ser lo más constantes posible.
  • Relacionado con lo anterior, hay que encontrar la forma de superar las rabietas y lloros que puedan surgir cuando les pidamos dormir a la misma hora. Se puede consultar a un psicólogo para obtener pautas.

RITUALES

Hay que intentar que los rituales antes de irse a dormir sigan siempre las mismas normas.

Por ejemplo, si no se admiten las tecnologías antes de dormir, pues que se cumpla siempre. O si se dedica media hora a coger el sueño pintando, que no se le dedique mucho más tiempo otros días. La existencia de un mismo ritual estructurará su cabeza, pues el niño sabrá cuánto tiempo tiene y para qué cosas en cada noche. Y esta estructuración facilitará mucho el proceso de generar sueño y dormir bien.

Al principio, es posible que surjan rabietas, pero es temporal. Cuando la nueva rutina se establezca, ya no las habrá y el niño se dormirá más tranquilo.

SIESTAS

Cada niño tiene sus necesidades específicas de sueño. Y la siesta puede plantear algunas dudas. Las recomendaciones básicas son:

  • Conocer bien al niño, de forma que no le hagamos dormir mucho cuando no lo necesita. O al revés, que no haga siesta cuando su cuerpo lo necesita. Habrá que comprobar si el realizar siestas muy largas le está quitando el sueño por la noche, o bien si ocurren muy cerca de la hora de dormir. También cabe consultar a los especialistas para tener una orientación según la edad del niño.

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