Cómo hacer que tu hijo se porte bien mediante premios

Cómo hacer que tu hijo se porte bien mediante premios

En este artículo veremos una técnica, dirigida a niños y adolescentes no muy mayores, cuyo fin es promover conductas positivas que de normal se resisten a realizar (ayudar con las tareas de casa, hacer los deberes o estudiar, recoger los juguetes, etc.). El punto fuerte de esta técnica es la utilización de recompensas, de una forma organizada y entretenida.

INTRODUCCIÓN

Seguro que todos nos hacemos una idea del poder que pueden tener las recompensas. Realizar una tarea porque “hay que hacerla”, no resulta interesante para el niño. Por eso, a menudo es necesario introducir algo que le aporte ese punto de motivación que necesita. Recompensas.

Las hay de muchos tipos, y no necesariamente implican un gasto económico. Además, la idea es introducirlas de forma temporal para ir eliminándolas poco a poco y que la conducta se quede.

La Economía de fichas es una técnica que juega de una forma estratégica y muy organizada con las recompensas. Está demostrada su eficacia, y se utiliza ampliamente en las escuelas y en las consultas de psicología. Es más, muchos padres incluso la están utilizando en cierta manera sin darse cuenta.


MATERIALES NECESARIOS

  • Folio, cartulina, o similar. De un tamaño adecuado. Aquí irá la tabla.
  • Lápices de colores o rotuladores para hacer la tabla bonita y atractiva. U ordenador si se prefiere.
  • Pegatinas. Conviene dos tipos de pegatinas, uno para las conductas realizadas, y otro para las no realizadas. Por ejemplo, caras alegres y tristes, verdes y rojas.
  • Mucha imaginación. Que el niño la haga a su gusto, y quede bonita.

Éste sería un ejemplo de tabla, hecha a ordenador:



CÓMO APLICAR LA TÉCNICA

Paso previo: Informar al niño sobre este nuevo cambio

Debemos informarle de lo que vamos a hacer con él, pero de una forma bonita y con tono de entusiasmo: avisándole de que obtendrá recompensas, de que confiamos en él y sabemos que puede hacerlo, de que es un reto que debe superar, etc. Debe verlo como algo bonito y apasionante, y no como una trampa. Podría ser muy positivo que el niño ponga también alguna tarea a los padres, para que éstos den ejemplo y participen también, con sus recompensas. Y que aporten sus ideas.

Paso 1: Escribir la conducta que queremos que realice

Conviene atender estas recomendaciones…

  • Escribir una conducta alcanzable, no muy difícil sobre todo al principio (pues se enfadará y se rendirá). Si es muy compleja, podemos dividirla en partes.
  • Escribir conductas claras y concretas. No sirve “portarse bien”, pues para el niño eso es ambiguo, y no sabe lo que engloba.  “No insultar” es más correcto.
  • Introducir pocas conductas a la vez, para no saturarle al principio. Con 3 o 4 va bien, y en el futuro se pueden realizar cambios en esto.

Paso 2: seleccionar el sistema de pegatinas

Lo más frecuente es colocar 1 pegatina positiva cada vez que una conducta (recoger los juguetes) de la tabla se realiza correctamente. Y 1 pegatina negativa cuando no (no recogerlos). Y hacer que las pegatinas negativas tengan un efecto neutro, esto es, que no sumen ni resten puntos. Lo normal es que cada pegatina positiva valga por 1 punto para la obtención de las recompensas.

Variaciones que pueden hacerse:

  • Que las pegatinas negativas resten puntos, en vez de ser neutras. Esto puede funcionar en niños que se conforman con conseguir las “recompensas menores”, de forma que solo realizan las conductas más fáciles y dejan las otras, pues con esas llegan a la puntuación que necesitan.
  • Que no se usen pegatinas negativas. Puede ser buena idea en niños que son más sensibles, y se frustran y desmotivan cuando las ven sobre la tabla.

Paso 3: elegir el momento para poner las pegatinas en la tabla

Conviene fijar una hora concreta del día para colocarlas (antes de cenar por ejemplo). Y hay que ponerlas el mismo día que se hayan realizado las conductas, de forma que el niño recuerde las cosas que ha hecho.

Cuando realice una conducta, se le debe pedir que coja la pegatina y se la dé al padre para que la guarde hasta el momento de colocarla. Una vez llegado ese momento, debe ser el niño el que la coloque, con su correspondiente felicitación por parte del padre.

Paso 4: elegir las recompensas y sus puntos

Aquí elegiremos el sistema de recompensas. Hay varias opciones:

  • Poner cada recompensa específica unida a una conducta específica. Suele venir bien, porque da más estrategia. Es decir, se puede poner la recompensa preferida del niño en la conducta que más necesitamos que realice. O recompensas más grandes para las conductas que requieren más esfuerzo. Los padres pueden jugar mucho con esto.
  • Un sistema de recompensas semanal, es decir, que cada recompensa valga una serie de puntos generales (recompensas de 20 puntos, 30 o 40) que irán acumulándose a lo largo de la semana. De esta forma, si el niño está muy motivado por conseguir la recompensa más alta, se esforzará más en cumplir todas sus conductas.

Recomendaciones:

  • Las mejores recompensas o las más caras, deben ser más difíciles de obtener. Debe estar compensado.
  • Las recompensas debe elegirlas el niño en base a sus intereses, con la aprobación de los padres y negociación.
  • Las recompensas de la tabla no deben poderse obtener de otra manera. Deben ser exclusivas de la tabla, de modo que no las obtenga por otras vías más fáciles y por tanto no cumpla con sus conductas.

TIPOS DE RECOMPENSAS (en orden de prioridad):

Recompensas afectivas (no son recompensas tal y como las imaginamos, pero los niños las NECESITAN siempre). Los padres deben dárselas siempre que toda conducta se realice correctamente: Ejemplos: muestras de cariño, felicitaciones, elogios, besos, abrazos, frases bonitas… sé generoso con esto, cuanto más mejor, les motivará. Estas recompensas no se incluyen en la tabla, pues deben estar presentes siempre.

Recompensas de ocio, al aire libre, planes. Son las que más hay que incluir en la tabla. Ejemplos: ir a su restaurante preferido, ir al cine o de excursión, pasar la tarde con él jugando, hacerle su comida preferida… Puede conllevar dinero o no, eso es a elección de los padres. Este tipo de recompensas es prioritario, pues los niños disfrutan y no aprenden valores inadecuados.

Recompensas materiales y comestibles. Ejemplos: juguetes o juegos, golosinas, objetos materiales… Lo ideal es no abusar de esto, para no enseñarle valores inadecuados. Conviene utilizarlas en su justa medida o sólo para las conductas más difíciles, y siempre que otras recompensas no funcionen.

Paso posterior: ir eliminando las conductas exitosas de la tabla

¿No habíamos dicho que las recompensas son sólo un empujoncito temporal hasta que las conductas empiecen a realizarse?

Pues en cuanto veamos que una conducta ya sólo obtiene pegatinas positivas, es señal de que la cosa va bien y podemos ir apartándola del sistema de recompensas, de forma gradual para que la conducta se realice ya sin ninguna recompensa detrás.

Los comentarios están cerrados.